EL VALOR DE LA MATERNIDAD. UN PAÍS SIN NIÑOS NO TIENE FUTURO.

Una de las mayores riquezas de un país son sus niños, y España se está quedando sin ellos.

En esta entrada quiero comentar unas publicaciones extremadamente interesantes del Instituto Nacional de Estadística donde, en función de los datos actuales y las tendencias, analizan las características que tendrá la población española en unos años. Así se determina que, debido al escaso número de niños nacidos en los últimos años en España, se estima que entre 2016 y 2030 nacerán unos 5,3 millones de niños, lo que es nada menos que un 22% menos de nacimentos que en los 15 años anteriores.



Fuente Instituto Nacional de Estadística.


Si observamos atentamente esta pirámide de población, vemos que la banda más numerosa en 2014, corresponde a las personas de entre 35 y 39 años de edad, siendo enormemente más bajas la bandas correspondientes a los menores de 25 años, que serán las madres futuras. Esto indica que, salvo que la tasa de natalidad aumente exponencialmente pasando de 1.33 hijos por mujer de media a casi el doble estamos condenados a ser un país con menos niños en el futuro.



Fuente Instituto Nacional de Estadística. 

Esto lleva necesariamente a una disminución de la población que, además será mucho mas vieja.
Sin embargo quisiera analizar algunas de las causas, sin ser exhaustivas, de porqué considero que se ha dado este fenómeno y qué podríamos hacer para cambiarlo, si es que queremos cambiarlo.

LA MATERNIDAD EN ESPAÑA NO ESTÁ SUFICIENTEMENTE VALORADA.
Considero que ésta es la primera causa de la baja natalidad. La incorporación masiva de la mujer al mercado laborar a partir de mediados de los años 80, llevó a que muchas mujeres tuviesen que sacrificar ser madres o trabajar, y esto hoy día sigue ocurriendo, con la incompresión de sus familias o sus compañeros de trabajo.
Cuando oímos en las estadísticas que una mujer cobra menos que un hombre, nos sorprendemos y escandalizamos pero debemos analizar bien este punto. La mujer no suele cobrar menos que un hombre por el mismo trabajo y por las mismas horas de trabajo, eso es extremadamente infrecuente hoy día. Lo que suele ocurrir realmente es que las mujeres suelen ver truncadas sus carreras profesionales ascendiendo menos que sus compañeros varones, y por tanto ganando menos al estar en puestos peor remunerados. Además es más frecuente que tiendan a solicitar una reducción de jornada para "conciliar" la vida familiar y laboral, con el consiguiente descenso de sus salarios y de sus opciones de ascenso.
Los permisos de maternidad en España son claramente ridículos y, además consideramos que una manera de hacerlos "paritarios" es facilitar que los comparta el varón (lo que es absolutamente incompatible con la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida que recomienda la OMS). Adicionalmente, si una mujer trabaja en el sector privado y tiene varios embarazos sucesivos, es muy posible que pierda su trabajo.
Lo que subyace en todas estas circunstancias anteriormente descritas es la verdadera falta de valoración del embarazo y la crianza de los hijos por parte de nosotros mismos como SOCIEDAD en conjunto.
FAMILIAS NUMEROSAS.
Si a esto le añadimos la posibilidad de ser familia numerosa las dificultades aumentan exponencialmente al número de hijos. Los "beneficios" que comporta tener el carnet de familia numerosa son literalmente ridículos y absolutamente insuficientes y escasos. Si además esta familia numerosa es "reconstituida", es decir, es consecuencia de la unión de hijos de diferentes parejas y de hijos comunes tras un divorcio y nueva unión, ni siquiera es posible que puedan compartir estos "beneficios " ambos componentes a un tiempo.
Las parejas que optan por ser familia numerosa son aún vistos como bichos raros, gente imprudente o fanáticos religiosos por gran parte de la socidad que no valora/ valoramos el inmenso valor y sacrificio de estas familias extensas, donde las penas se comparten y las alegrías se multiplican, pero donde un revés económico, el paro o encontrar una vivienda asequible donde quepan todos puede constituir un imposible.
Ni siquiera se ha valorado, hasta hace muy poco y tímidamente por la administración, la aportación al futuro del país que estas parejas realizan frente a aquellos que deciden no ser padres, estando claramente penalizadas las familias numerosas a mi entender.

PROPUESTAS PARA EL DEBATE.
Si consideramos que debemos cambiar esta situación y mejorar la maternidad lo primero que debemos hacer es comenzar a darle el inmenso valor que tiene, poniendo los mecanismos legales PERO TAMBIÉN SOCIALES Y DE CONSIDERACIÓN para evitar que la mujer que da a luz a sus hijos y los cría se vea laboralmente discriminada. Para ello es preciso aumentar la baja de maternidad dedicada exclusivamente a la mujer y evitar que ni la mujer ni la empresa se vea perjudicada por ello (incluyendo a las autónomas, las grandes olvidadas). Si la baja maternal fuese para una empresa una fuente de "beneficio", como podría ser la suspensión absoluta de pagar cotizaciones sociales tanto para la mujer de baja como para la persona que la sustituyese si fuese mujer (mujer embarazada por mujer contratada) veríamos menos problemas para estas bajas maternales. Adicionalmente es preciso que, si se quiere tener reducciones de jornadas para el cuidado de los hijos también estén bonificadas.

Desde un punto de vista liberal podríamos recibir las críticas de que esto lo vamos a pagar con nuestros impuestos, y es verdad. Aunque considero una mejor inversión hacerlo en niños que hacerlo, por ejemplo, en carreteras (no hablo ya de gastos supérfluos, sino de gastos importantes) o en pensiones. Realmente fomentando la natalidad ahora se pagan las pensiones en el futuro.
Estas medidas ya funcionan de un modo u otro en paises como Austria , por lo que no estamos hablando de medidas descabelladas o imposibles.
Adicionalmente hay que fomentar una fácil reincorporación a la actividad laboral, también subvencionada si fuese preciso, como ocurre ni más ni menos que con los políticos en excedencial. Nuevamente es posible que tengamos que pagar por ello pero considero que sigue siendo una excelente inversión, como lo es fomentar guarderías en los centros de trabajo grandes o bien distribuídas por zonas con horarios flexibles. No perdamos tampoco de vista que la mayoría de las trabajadoras de estos centros son mujeres, siendo el paro femenino mayor que el masculino.

Con estas consideraciones he querido analizar y reflexionar en voz alta sobre un problema de toda nuestra sociedad, como es el envejecimiento y la falta de niños, nuestros hijos, nuestros nietos, y como ésto, afecta a nuestro futuro.

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