¿LA FIEBRE HACE CRECER?

Muchas personas aseguran que tras un proceso febril su hijo da un estirón, pero ¿qué hay de verdad en todo esto?

La fiebre o el ejercicio estimulan la liberación de la hormona de crecimiento, la cual actúa a pulsos, por ello es posible que, tras una fiebre de corta duración, esta hormona liberada pueda acelerar el crecimiento del niño y notarlo en la ropa poco después.
Sin embargo este posible estirón no hará que nuestro hijo sea más alto de lo que le correspondería, sólo acelera levemente lo que hubiera ocurrido de todos modos quizás más lentamente.
Es más, los procesos febriles mantenidos y frecuentes no sólo no estimulan el crecimiento de los niños sino que, por el contrario, disminuyen la talla final que les correspondería tener.

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