CONJUNTIVITIS, CUANDO PICAN LOS OJOS

La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva, la delgada membrana que envuelve al ojo por dentro de los párpados.

Las causas que la provocan son fundamentalmente tres.
Infecciones víricas: las más frecuentes, y las más pesadas. Se producen fundamentalmente por adenovirus, un virus que puede provocar también cuadros respiratorios además de la conjuntivitis. Es típico que se produzcan de modo epidémico afectando a varios miembros de la familia. Suelen ser conjuntivitis intensas y muy molesta con una duración que puede durar hasta varias semanas en algunos casos.

Otro tipo de conjuntivitis son las producidas por bacterias, que suelen dar con frecuencia gran cantidad de secreciones. No son tan contagiosas como las víricas pero también pueden hacerlo. Un tipo especial de conjuntivitis bacteriana es la transmitida durante el momento del parto por la madre a los ojos del niño. Los gérmenes más frecuentes en estos casos son el gonococo (el productor de la gonorrea) y la clamidia, que es causa frecuente de ceguera en el tercer mundo por producir heridas que afectan a la córnea (la capa transparente justo delante de la pupila). Este tipo de conjuntivitis neonatales es el motivo por el cual se administra un colirio antibiótico a los niños poco después de nacer.

Finalmente podremos tener también conjuntivitis alergicas, debidas a una reacción alérgica fundamentalmente a pólenes. Los más comunes son las debidas a polen de olivo o gramíneas en primavera.
En general suele ser fácil distinguir la conjuntivitis alérgica de las infecciosas, lo que es importante ya que el tratamiento difiere en cada caso.

Tratamientos:
En las conjuntivitis bacterianas utilizaremos colirios antibióticos, mientras que en las alérgicas solemos usar antihistamínicos.
El tratamiento de las conjuntivitis virales por adenovirus es más complejos con escasos tratamientos útiles hasta la fecha. Recientemente se están publicando buenos resultados con una combinación de povidona yodada y corticoides en colirio.
Además son muy útiles los lavados con suero fisiológico para eliminar las secreciones.
Lavarse las manos antes y después de tocar los ojos de una persona con conjuntivitis es fundamental para evitar el contagio.

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